¿Cómo encuentras la felicidad?



Compartimos contigo el Testimonio de un joven, su nombre Román…..

Realmente me resulta difícil explicar qué es para mí la verdadera felicidad. Yo pienso que todo el mundo busca la felicidad, unos en unas cosas y otros en otras. Yo personalmente busco la felicidad de muchas maneras, pero la verdadera felicidad, la que me llena y me deja nuevo, es la felicidad que obtengo después de haber hecho una obra buena. Sí, después de haber hecho cualquier minucia que sé hace más feliz a alguien. Luego la felicidad la encuentro, en gran parte, viendo felices a los demás.También sé que a veces sólo busco mi propia felicidad, y cuando la alcanzo, veo que no se puede comparar con la otra, porque no se comparte. Creo, por eso, que hoy en día hay una felicidad mal entendida, en la que sólo se busca el bien personal, y el egoísmo no hace feliz de verdad a nadie.Y otra forma de anular la felicidad es el dinero que, como todos sabemos, mueve al mundo. Yo a veces caigo en esta situación, pero gracias a Dios, acabo analizando que el dinero no lo es todo, aunque en gran medida controla nuestras vidas, y que poner en el dinero la felicidad personal es una tontería. Recuerdo que perdí un poco la felicidad cuando murió mi padre, hace algunos años. Yo me preguntaba qué había hecho él para que Dios le llamara, pero no alcanzaba a entenderlo. Incluso hoy me lo pregunto y no sé responderme; he de aceptarlo, y realmente cuesta.La felicidad que a mí más me gusta y la más grande para mí, que soy, gracias a Dios, cristiano, es la felicidad que se siente después de una buena confesión, en el momento en que, a través del sacerdote, se te perdonan los pecados y vuelves a la amistad con Dios. Y esa felicidad es incomparable a cualquier otra. ¡Cómo te sientes liberado y dispuesto a hacer el bien!, que como ya dije antes, es el mejor modo de conseguir la felicidad.Para concluir, pienso que la verdadera felicidad se consigue plenamente en el cielo, pero Dios ha puesto medios para que también la disfrutemos aquí abajo, aún en medio de algunos dolores y malos ratos por los que pasa necesariamente toda vida humana.Lo más opuesto a la felicidad verdadera es la pérdida de la amistad con Dios. Significa romper con lo único que garantiza el gozo auténtico. Por eso, el recuperar esa amistad rota vuelve a llenar el corazón de dicha y de deseos de seguir poseyendo a Dios. De ti depende -cuando lo necesites- el valerte de ese medio. La confesión bien hecha nunca falla. Nos lo asegura Román: "Es el mejor modo de conseguir la felicidad".



Comparte lo que piensas tú sobre ello agregando tu comenatrio

No hay comentarios:

Publicar un comentario